Es relevante diferenciar entre clasificaciones de dispositivos o sistemas individuales y clasificaciones de protección global de viviendas.

Los dispositivos de seguridad deben cumplir con normativas UNE tanto de efracción como de detección, y lo recomendable, considerando la efectividad de la delincuencia actual, es utilizar puertas en grado 4 (UNE 1627) o superior (UNE 85160) y sistemas de detección como alarmas en grado 3 (UNE 50131). Su clasificación se obtiene en base al tiempo de resistencia y al tiempo de detección conforme a ataques concretos.

Sin embargo, para clasificar la protección de las viviendas existen hasta 5 niveles, donde se combinan dispositivos de resistencia, detección, control, conocimientos del instalador y diseño, siendo recomendable no bajar de una protección integral de nivel 3. Esta clasificación de vivienda en su conjunto es más real porque considera el dispositivo o componente más débil de todo el sistema y analiza la efectividad global de la vivienda para defenderse por si misma.

Las recomendaciones institucionales de utilizar sistemas de detección (alarmas) en grado 2 para viviendas datan del año 2011 y han quedado obsoletas.