Las alarmas por si solas no evitan robos.

La compra o instalación de una alarma por si sola no evita que un intruso entre en casa.

La solución para evitar robos o intrusiones no deseada es la combinación proporcionada de sistemas de detección (seguridad electrónica) y sistemas de resistencia física (seguridad física)

A día de hoy algunas viviendas disponen de sistemas de alarmas (que en algunos casos no les son necesarias) con total carencia de medidas de resistencia física asociada.

Por ello es necesario realizar una evaluación de riesgos según un método y en función de los resultados, determinar las soluciones más proporcionadas.

Así mismo, una gran mayoría de alarmas se activa solo cuando el delincuente ya ha conseguido acceder al interior de la vivienda. En ese momento ya es tarde, porque el tiempo de robo en un piso es inferior al tiempo que tarda la policía en recibir el aviso y trasladarse. Se añade que los detectores de interior solo detectan la presencia, pero no la violencia previa de rotura de la puerta.

Por ello, es fundamental sacar la alarma que detecta afuera de la vivienda, para detectar anticipadamente su ataque y aumentar la resistencia física de la puerta, así como retener al intruso el mayor tiempo posible fuera de la vivienda, habiendo detectado ya el ataque.

El reforzamiento de la seguridad física hace que el agresor tenga que generar notoriedad porque el agresor necesita hacer más ruido, y sobre todo, estar más tiempo expuesto en el rellano de la planta.