Un chalet por sus posibles distintos puntos de acceso requiere de un sistema de seguridad a medida. Es decir, un sistema de seguridad que evalúe la vivienda en todas sus necesidades y establezca de forma estratégica las claves mínimas imprescindibles para una protección adecuada.

La mejor forma de proteger un chalet es planificar un sistema de seguridad que tenga como fundamento un diseño previamente estudiado que tenga en cuenta los hábitos de los residentes, el uso que se haga de la vivienda, la vigilancia natural del entorno y los sistemas de seguridad física y electrónica a implantar

Cuando se trata de viviendas unifamiliares, la mejor protección es la combinación idónea de sistemas de seguridad física y seguridad electrónica. La no proporcionalidad de dichas medida creará agujeros de inseguridad.